¿Què es el tiempo?
Qué es el tiempo? se preguntó San Agustín, y lo expresó muy bien en sus Confesiones. “Si nadie me lo pregunta, lo sé, si debo explicarlo a alguien que me lo pregunta, no lo sé” (Quid est tempos? Si nemo a me quaerat, scio, si quaerenti explicare, velim, necio).
Mónica Miller ha logrado a través de un lenguaje no verbal acercarse metafóricamente a la dimensión temporal como sujeto creador. Ella ha construido y ordenado estos signos plásticos que pueden aludir a este fenómeno real del tiempo, que ha suscitado las más profundas reflexiones científicas, filosóficas y teológicas.
Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Configuración del tiempo
La configuración del tiempo Mónica Miller ha realizado dentro del campo de las investigaciones plásticas una experiencia que indica como el operador artístico puede significar una realidad subjetiva. Ella ha tomado como objetivo de su obra la valorización del tiempo. El tiempo es una convención. Los cambios periódicos del día y la noche, de la luz y el acercamiento del sol en su elíptica alrededor de la tierra, y el cielo de las lunaciones, acompañan la sensación cálida luminosa de nuestro planeta. Estos fenómenos inciden no solo en la captación de temporalidad, sino también de los procesos y ciclos de la naturaleza: nacimiento, desarrollo, muerte y transformación de todas las especies.
El artista esta involucrado en el tiempo. El también es tiempo. Una crisis, un cambio inesperado provoca una escisión. Cada ser recurre a su interioridad para dar un significado a esta relación tiempo-sujeto. Mónica Miller ha trabajado en este sentido. Sus códices espaciales y temporales han atravesado una larga elaboración plástica.
Su investigación de taller fue silenciosa y gradual. Pocas veces mostró el significado de este proceso donde la producción sobrevoló las dimensiones convencionales de la plástica. La idea creció de acuerdo a la necesidad existencial de la artista. Ella realizo configuraciones a manera de códices que indican los días, los meses, del año gregoriano.
Esta tarea de rediseñar un concepto abstracto donde la proyección de sus percepciones esta puesta y amasada en la relación significado-significante, ha sido el desafío en su obra actual. La experiencia del espacio real se fue cristalizando con la pintura bidimensional. El color de algunas de sus piezas fueron limitados a un señalamiento preciso. La mayor parte de estos significados surge de las formas y estructuras agrupadas y complejas. Organicidad configurada puede aparecer en un orden secuencial. El espacio esta pensado como habitable como engarces de volúmenes prontos a participar del entorno humano.
Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Julio
La obra “Julio” pertenece a una serie de configuraciones a manera de códices que indican los días, horas y meses del año y esto es lo que representa. Es una puesta material y física de la variable tiempo.
Esta forma forma de materializar el tiempo a través de estructuras de madera recortadas y encastradas que permiten una experiencia lúdica realizable en tres dimensiones espaciales:
. Desde arriba el punto de vista de la edificación lindante se percibe la totalidad de su estructura desde lo estético y lo conceptual y con la contundencia de su presencia.
. Desde afuera la contemplación permite observar la sutileza del material y la riqueza de caminos posibles a recorrer para “el viaje” que propone a través del tiempo real.
. Por dentro por ser pensada como un volumen habitable que participa del entorno humano invita y propone a entrar y recorrerlo como un juego.
La altura de la obra de 80 cm permite disfrutar al espectador de la visualización del entorno, desde dentro del circuito con su tiempo interno, pudiendo hacer un viaje introspectivo.
Mi obra hace una cita a las intervenciones urbanas del Land Art en la Historia del Arte realizadas por artistas tales como Richard Long, Richard Serra, Michael Heizer, Nancy Holt ,Robert Smithson y Walter de María entre otros.
Es una obra no sólo para ser mirada, sino para ver y ser recorrida.
Mónica Miller
Lejos de la sombra, cerca de la luz
Reflexionando sobre el proceso creativo de Mónica Miller , debemos observar las resoluciones plásticas que la artista introduce como experiencia de una escritura. El proceso de individuación (self) lo realizara a través de la proyección de su inconsciente. Esta situación – su caso particular – dará nacimiento a una escritura a manera de códices.
Los trabajos adquieren una jerarquía cromática: azules ultramares, amarillos cadmios, rojos bermellones. Estos códices poseen la facultad de armarse y desarmarse como un juego constructivo que se basa en proposiciones combinadas. La construcción de un nuevo estado de conciencia imaginante elaborado a través de un trabajo lúdico metódico, se presentaba no lejos de una experiencia vital donde la artista urdia un tejido en el cual la vida y el arte estaban indisolublemente unidos. Una problemática de tiempo , como lo comprendió el enfoque teológico de San Agustín , en sus Confesiones , pudo expresarse a través de un sistema temporal creado de acuerdo a su imaginario.
Planchas recortadas de madera liviana a modo de estructuras orgánicas con encastres, iban a relacionar estas unidades expresivas para la confección de un calendario personal. El mes, las semanas, los días, fueron representadas con cierta complejidad y aglutinamientos. Desde estos códices, (sintagmas de un texto icónico), Mónica Miller articulo una construcción subjetiva. El espacio de inscripción de estas formas tomaba la característica de un muro. A veces adquirían el cuerpo tridimensional de un objeto.
Esta experiencia espacial prosigue en los lineamientos actuales, en una deconstrucción que sigue otro orden secuencial.
La artista libera sus formas tratando de diseminarlas. Las unidades aparecen en un espacio no acotado, infinito, virtual, para componer una constelación signica abierta. Esta escritura de tensiones energéticas, están libradas a otra circularidad, a otro ritmo espacial, ellas navegan en unidades flotantes siguiendo una sincronía oculta relacionada a un ritmo universalizado. En un mundo donde el grito de la desesperanza esta en el borde de los labios, Mónica Miller ha elaborado una constelación espacial en otro estado de conciencia, menos sujeta a las contingencias a las contingencias, aunque nacidas de ellas.
Este juego pudo haber surgido en los encuentros de la ciudad utópica de Castalia, entre los Magíster.
Esa experiencia espiritual abandona la dimensión del mundo conocido para lanzarse a cruzar una frontera. El hombre llego a conquistar el silencio cósmico sideral. Nuevamente el arte, puede lanzar las mismas coordenadas. Podemos ver en estas ultimas creaciones aéreas de Mónica Miller, la construcción utópica de un nuevo modelo del universo.
Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Lo que me gusta…
Lo que me gusta es el espíritu de búsqueda, me interesa más el encuentro y no me aferro a un pequeño encuentro, lo pongo en duda.
Inserta un alfabeto. Los armados en la pared son una propuesta diferente, lo utilizan en jazz “improvisación”. Es una exposición con obra en proceso, con posibilidades enunciadas la repetición exacerbada, me gusta. …” Si tenés un defecto, exagéralo y conviértelo en virtud”.
La obra tiene dos caminos, conceptual y estético. Este camino estético muestra el concepto en estado de búsqueda con obras en proceso.
dijo Luís Felipe Noé
What is time?
What is time? Asked himself San Agustin and it was well explained in his Confessions. “If nobody ask me, I now – If I have to explain in to somebody who ask me, I don t Know” (Quid est tempus? Si memo a me quaerat, scio, si quarenti explicare, velim, necio).
Monica Miller has achieved trough non-verbal language to approach metaphorically temporary dimension as creative being. She has built and classified these plastic signs that can hint at a real time phenomenon which has brought about the most profound scientific, philosophical and theological reflections.
by Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
The Configuration of Time
The Configuration of Time Mónica Miller has made an experience within the of plastic investigation, about the meanig of subjectiv reality for the artitstic operador. Her work is based on the value of time. Time is a convetion. The periodical changes of day and night, of light an the approach of the sun during its ellipsis around the earth, and the cycles of the moon help to bring upon the warm bright sensarion of our planet. These phenomena do not only influence the grasping of temporality, but also the processes an cycles of nature: birth, development, death and transformation of all species.
The artist is involved in time. She is also time. A crisis, an unexpected change brings upon a split. Every human being goes back to the inner self to give meaning to this relationship between time-subject. Monica Miller has worked in this sense. She has worked very hard on her space and time codices. The investigation at her workshop has been silent and gradual. Only a few times has she shown the result of this process where her production involved much higher standards than the convetional dimensions of plastic work.
The idea grew together with the existential needs of the artist. She made configurations as codices which indicate the days, the months of the Gregorian year. This work of redesigning an abstract concept, where the projection of her perceptions lie in the relationship significance-significant, is the challenge of her present work. The experience of real space started with the two dimension painting. The color is some of her works was limited to a precise signaling. Most of these meanings come out through forms and structures, in groups and complex. The shaped organization may appear in sequences. Space is seen as something inhabitable, like pieces of volumes ready to be part of thr human surroundings. This is Mónica Miller s experience, which she has been showing during these last years in Buenos Aires and the United States. He work is included in private and public collections.
by Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Away from the darkness, close to the light
On reflecting upon Monica Miller’s creative process, we must consider the plastic solutions introduced by the artist as a writing experience. The individuation process (self) is realized through the projection of her unconscious. This situation –in her particular case—shall give birth to a codex like writing.
Her works acquire a chromatic stature: ultramarine blues, cadmium yellows, vermillion reds. These codices possess the ability to assemble and disassemble like a constructive game based on combined propositions. The creation of a new state of imagining consciousness attained through methodic ludicrous work appears not far from a vital experience in which the artist weaves a woof where life and art are intricately entangled.
The problem of time as seen from the theological point of view in Saint Augustine’s Confessions is expressed through a temporal system created in accordance with her imaginarium.
Perfectly fitting light wood plates cut out in an organic fashion, relate these expressive units for the making of a personal calendar. The month, the weeks, the days are represented with a certain complexity and agglutination.
It is from these codices, (syntagms of an iconic text), that Monica Miller has articulated a subjective construction. The shapes are inscribed in a wall-like- space. At times they acquire the three-dimensional body of an object.
This spatial experience continues in the present trend with a deconstruction that follows a different sequential order.
The artist frees her shapes scattering them. The units appear in an infinite, virtual space without boundaries, to make up an open sign constellation. This energetic tension writing is open to a new circularity, a new spatial rhythm, navigating floating units in hidden synchrony with a universalized rhythm.
In a world in which the scream of hopelessness is at the tip of the tongue, Monica Miller has elaborated a spatial constellation in a new state of consciousness, less tied to contingencies, but born from them.
This game could have emerged from the Magister meeting in the utopian city of Castalia. Such spiritual experience leaves the earthly dimension of the known to launch itself over a frontier.
Man has conquered cosmic sidereal silence. Once again art can reach the same coordinates. We can see in these last aerial Monica Miller’s creations, the utopian construction of a new universe model.
by Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Qu’est-ce que le temps?
Qu’est-ce que le temps? se demandait Saint Augustin dans ses Confessions. “Si personne ne me le demande, je le sais, si je dois l’expliquer à quelqu’un qui me le demande, je ne sais pas” (Quid est tempos? Si Nemo a me quaerat, scio, si quaerenti explicare, velim, necio).
Monica Miller a réussi par un langage non-verbal à aborder de façon métaphorique la dimension temporelle comme sujet créateur. Elle a construit et ordonné ces signes de plastiques qui peuvent faire allusion à ce phénomène véritable du temps qui a suscité les plus profondes réflexions scientifiques, philosophiques et théologiques.
par Rosa Faccaro, Association argentine internationale des critiques d’Art
Configuration du temps
Monica Miller a fait dans le domaine des recherches en arts plastiques une expérience qui indique que l’opérateur artistique peut signifier une réalité subjective. Elle a pris comme objectif de son oeuvre l’appréciation du temps. Le temps est une convention. Les changements périodiques entre le jour et la nuit, entre la lumière et l’approche du soleil dans son parcours elliptique autour de la terre, et le ciel et ses phases lunaires, accompagnent la chaleureuse sensation lumineuse de notre planète. Ces phénomènes affectent non seulement le captage de la temporalité, mais aussi des processus et des cycles de la nature: la naissance, le développement, la mort et la transformation de toutes les espèces.
L’artiste est impliqué dans le temps. Lui-même est temps. Une crise, un changement inattendu provoque une scission. Chaque être utilise son intériorité pour donner un sens à cette relation de temps-sujet. Monica Miller a travaillé dans cette direction. Ses manuscrits spatiaux et temporels ont traversé une longue transformation plastique.’’
Son atelier de recherche q été silencieuse et progressive. Elle a rarement montré l’importance de ce processus où la production a dépassé les dimensions classiques des arts plastiques. L’idée est née en fonction du besoin existentiel de l’artiste. Elle a réalisé des configurations à la manière des codex///// qui indiquent les jours et les mois de l’année grégorienne.
Cette tâche de refonte d’un concept abstrait où la projection de ses perceptions est placée et repensée dans la relation signifiant-signifié a été le défi dans son travail actuel. L’expérience de l’espace réel s’est cristallisée avec la peinture à deux dimensions. La couleur de certaines de ses pièces a été limitée à un pointage précis. La plupart de ces signifiés apparaît des formes et des structures regroupées et complexes. La configuration organique peut apparaître dans un ordre séquentiel. L’espace est conçu de façon habitable comme enchaînement de volumes prêt à se fondre dans l’environnement humain.
par Rosa Faccaro, Association argentine internationale des critiques d’Art
Loin de l’ombre près de la lumière
Réflexionant sur le processus créatif de Monica Miller, nous devons observer les résolutions plastiques que l’artiste introduit comme expérience d’écriture. Le processus d’individuation, elle le réalise par la projection de son inconscient. Cette situation – son cas particulier – va donner naissance à une écriture en mode de codifications.
Les travaux prennent une hiérarchie chromatique de couleur: bleu outremer, jaune, rouge vermillon. Ces codes ont la capacité de se monter etdémonter comme un jeu constructif fondé sur les propositions combinées. La construction d’un nouvel état de conscience imaginatif, développé à partir d’un travail ludique méthodique, s’approchait à une expérience vitale où l’artiste tissait une trame dans laquelle la vie et l’art étaient inextricablement liés. Une problèmatique de temps, comme l’a montré l’approche théologique de Saint Augustin dans Confessions, a pu être exprimée à travers un système temporel créé selon son imagination.
Des planches coupées à partir de bois léger comme structures organiques avec encastrements, allaient relier ces unités expressives pour confectionner un calendrier personnel. Le mois, les semaines, les jours, ont été représentés avec une certaine complexité et de manière agglutinante. Depuis ces syntagmes, Monica Miller a articulé une construction subjective. L’espace d’inscription de ces formes prenait la forme d’un mur et elles adoptaient parfois le corps tridimensionnel d’un objet.
Cette expérience spatiale se poursuit dans les lignes directrices actuelles, en une déconstruction qui suit une autre séquence.
L’artiste libère ses formes en essayant de les disséminer. Les unités apparaissent dans un espace sans limite, infini, virtuel, pour composer une constellation de signes ouverts. Ces écritures de tensions énergétiques sont livrées à une autre circularité, à un autre rythme spatial; elles naviguent dans des unités flottantes suivant une synchronie cachée liée à un rythme universel. Dans un monde où le cri de désespoir est au bord des lèvres, Monica Miller a développé une constellation spatiale dans un autre état de conscience, moins soumise aux contingences.
Ce jeu aurait pu se produire dans les réunions de la ville utopique de Castalia.
Cette expérience spirituelle abnadonne la dimension du monde connu pour franchir une frontière. L’homme est venu pour conquérir le silence cosmique externe sidéral. L’art peut encore une fois lancer les mêmes coordonnées. Nous pouvons voir dans ces dernières créations aériennes de Monica Miller, la construction utopique d’un nouveau modèle de l’univers.
Julio
L’oeuve de “Julio” appartient à une série de configurations sous formes de schemas qui indiquent les jours, les heures et les mois de l’année . C’est une production matérielle et physique de la variable temps.
Cette manière de matérialiser le temps au travers de structures de bois découpées et encastrées, permet de faire une expérience ludique réalisable en 3 dimensions spaciales: Vue d’en haut, par l’assemblage des pièces attenantes les unes aux autres, on perçoit la totalité de la structure de l’oeuvre, depuis le côté esthétique et conceptuel, avec son écrasante présence.
Vue de l’extérieur, la contemplation permet d’observer la subtilité du materiau et la richesse des chemins possibles à parcourir pour “ le voyage” qu’elle propose au travers du temps réel. .
Vue de l’intérieur, elle est pensée comme un volume habitable qui participe à l’environnement humain. Elle invite et propose à entrer, à la parcourir comme un jeu. La hauteur de l’oeuvre de 80cm permet au spectateur de profiter de la vue autour, depuis l’intérieur du circuit avec son temps interne, pouvant faire un voyage introspectif.
Mon oeuvre prend rendez-vous avec les activités urbaines de Land Art dans l’Histoire de l’Art réalisées par des artistes comme Richard Long, Richard Serra, Michael Heizer, Nancy Holt, Robert Smithson et Walter de Maria entre autres.
C’est une oeuvre non seulement faite pour être regardée sinon pour voir et être parcourue.
Mónica Miller
Ce qui me plaît…
Ce qui me plaît c’est l’esprit de recherche, la rencontre m’intéresse plus, et je ne m’accroche pas à une petite rencontre, je le mets à un doute.
Elle insérée un alphabet. Les armés dans le mur c’est une proposition différente, et ce sont ‘utilise dans un jazz “improvisation”.
C’est une exposition avec les oeuvre dans un processus, avec des possibilités énoncées et la répétition exacerbée, ca me plaît. … “Si tu as un défaut, tu l´exagères et le changes en vertu”.
L’oeuvre a deux chemins, conceptuel et esthétique. Ce chemin esthétique montre le concept dans un état de recherche avec oeuvres dans un processus.
a dit Luis Felipe Noe
Mónica Miller ha logrado a través de un lenguaje no verbal acercarse metafóricamente a la dimensión temporal como sujeto creador. Ella ha construido y ordenado estos signos plásticos que pueden aludir a este fenómeno real del tiempo, que ha suscitado las más profundas reflexiones científicas, filosóficas y teológicas.
Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Configuración del tiempo
La configuración del tiempo Mónica Miller ha realizado dentro del campo de las investigaciones plásticas una experiencia que indica como el operador artístico puede significar una realidad subjetiva. Ella ha tomado como objetivo de su obra la valorización del tiempo. El tiempo es una convención. Los cambios periódicos del día y la noche, de la luz y el acercamiento del sol en su elíptica alrededor de la tierra, y el cielo de las lunaciones, acompañan la sensación cálida luminosa de nuestro planeta. Estos fenómenos inciden no solo en la captación de temporalidad, sino también de los procesos y ciclos de la naturaleza: nacimiento, desarrollo, muerte y transformación de todas las especies.
El artista esta involucrado en el tiempo. El también es tiempo. Una crisis, un cambio inesperado provoca una escisión. Cada ser recurre a su interioridad para dar un significado a esta relación tiempo-sujeto. Mónica Miller ha trabajado en este sentido. Sus códices espaciales y temporales han atravesado una larga elaboración plástica.
Su investigación de taller fue silenciosa y gradual. Pocas veces mostró el significado de este proceso donde la producción sobrevoló las dimensiones convencionales de la plástica. La idea creció de acuerdo a la necesidad existencial de la artista. Ella realizo configuraciones a manera de códices que indican los días, los meses, del año gregoriano.
Esta tarea de rediseñar un concepto abstracto donde la proyección de sus percepciones esta puesta y amasada en la relación significado-significante, ha sido el desafío en su obra actual. La experiencia del espacio real se fue cristalizando con la pintura bidimensional. El color de algunas de sus piezas fueron limitados a un señalamiento preciso. La mayor parte de estos significados surge de las formas y estructuras agrupadas y complejas. Organicidad configurada puede aparecer en un orden secuencial. El espacio esta pensado como habitable como engarces de volúmenes prontos a participar del entorno humano.
Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Julio
La obra “Julio” pertenece a una serie de configuraciones a manera de códices que indican los días, horas y meses del año y esto es lo que representa. Es una puesta material y física de la variable tiempo.
Esta forma forma de materializar el tiempo a través de estructuras de madera recortadas y encastradas que permiten una experiencia lúdica realizable en tres dimensiones espaciales:
. Desde arriba el punto de vista de la edificación lindante se percibe la totalidad de su estructura desde lo estético y lo conceptual y con la contundencia de su presencia.
. Desde afuera la contemplación permite observar la sutileza del material y la riqueza de caminos posibles a recorrer para “el viaje” que propone a través del tiempo real.
. Por dentro por ser pensada como un volumen habitable que participa del entorno humano invita y propone a entrar y recorrerlo como un juego.
La altura de la obra de 80 cm permite disfrutar al espectador de la visualización del entorno, desde dentro del circuito con su tiempo interno, pudiendo hacer un viaje introspectivo.
Mi obra hace una cita a las intervenciones urbanas del Land Art en la Historia del Arte realizadas por artistas tales como Richard Long, Richard Serra, Michael Heizer, Nancy Holt ,Robert Smithson y Walter de María entre otros.
Es una obra no sólo para ser mirada, sino para ver y ser recorrida.
Mónica Miller
Lejos de la sombra, cerca de la luz
Reflexionando sobre el proceso creativo de Mónica Miller , debemos observar las resoluciones plásticas que la artista introduce como experiencia de una escritura. El proceso de individuación (self) lo realizara a través de la proyección de su inconsciente. Esta situación – su caso particular – dará nacimiento a una escritura a manera de códices.
Los trabajos adquieren una jerarquía cromática: azules ultramares, amarillos cadmios, rojos bermellones. Estos códices poseen la facultad de armarse y desarmarse como un juego constructivo que se basa en proposiciones combinadas. La construcción de un nuevo estado de conciencia imaginante elaborado a través de un trabajo lúdico metódico, se presentaba no lejos de una experiencia vital donde la artista urdia un tejido en el cual la vida y el arte estaban indisolublemente unidos. Una problemática de tiempo , como lo comprendió el enfoque teológico de San Agustín , en sus Confesiones , pudo expresarse a través de un sistema temporal creado de acuerdo a su imaginario.
Planchas recortadas de madera liviana a modo de estructuras orgánicas con encastres, iban a relacionar estas unidades expresivas para la confección de un calendario personal. El mes, las semanas, los días, fueron representadas con cierta complejidad y aglutinamientos. Desde estos códices, (sintagmas de un texto icónico), Mónica Miller articulo una construcción subjetiva. El espacio de inscripción de estas formas tomaba la característica de un muro. A veces adquirían el cuerpo tridimensional de un objeto.
Esta experiencia espacial prosigue en los lineamientos actuales, en una deconstrucción que sigue otro orden secuencial.
La artista libera sus formas tratando de diseminarlas. Las unidades aparecen en un espacio no acotado, infinito, virtual, para componer una constelación signica abierta. Esta escritura de tensiones energéticas, están libradas a otra circularidad, a otro ritmo espacial, ellas navegan en unidades flotantes siguiendo una sincronía oculta relacionada a un ritmo universalizado. En un mundo donde el grito de la desesperanza esta en el borde de los labios, Mónica Miller ha elaborado una constelación espacial en otro estado de conciencia, menos sujeta a las contingencias a las contingencias, aunque nacidas de ellas.
Este juego pudo haber surgido en los encuentros de la ciudad utópica de Castalia, entre los Magíster.
Esa experiencia espiritual abandona la dimensión del mundo conocido para lanzarse a cruzar una frontera. El hombre llego a conquistar el silencio cósmico sideral. Nuevamente el arte, puede lanzar las mismas coordenadas. Podemos ver en estas ultimas creaciones aéreas de Mónica Miller, la construcción utópica de un nuevo modelo del universo.
Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Lo que me gusta…
Lo que me gusta es el espíritu de búsqueda, me interesa más el encuentro y no me aferro a un pequeño encuentro, lo pongo en duda.
Inserta un alfabeto. Los armados en la pared son una propuesta diferente, lo utilizan en jazz “improvisación”. Es una exposición con obra en proceso, con posibilidades enunciadas la repetición exacerbada, me gusta. …” Si tenés un defecto, exagéralo y conviértelo en virtud”.
La obra tiene dos caminos, conceptual y estético. Este camino estético muestra el concepto en estado de búsqueda con obras en proceso.
dijo Luís Felipe Noé
What is time?
What is time? Asked himself San Agustin and it was well explained in his Confessions. “If nobody ask me, I now – If I have to explain in to somebody who ask me, I don t Know” (Quid est tempus? Si memo a me quaerat, scio, si quarenti explicare, velim, necio).
Monica Miller has achieved trough non-verbal language to approach metaphorically temporary dimension as creative being. She has built and classified these plastic signs that can hint at a real time phenomenon which has brought about the most profound scientific, philosophical and theological reflections.
by Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
The Configuration of Time
The Configuration of Time Mónica Miller has made an experience within the of plastic investigation, about the meanig of subjectiv reality for the artitstic operador. Her work is based on the value of time. Time is a convetion. The periodical changes of day and night, of light an the approach of the sun during its ellipsis around the earth, and the cycles of the moon help to bring upon the warm bright sensarion of our planet. These phenomena do not only influence the grasping of temporality, but also the processes an cycles of nature: birth, development, death and transformation of all species.
The artist is involved in time. She is also time. A crisis, an unexpected change brings upon a split. Every human being goes back to the inner self to give meaning to this relationship between time-subject. Monica Miller has worked in this sense. She has worked very hard on her space and time codices. The investigation at her workshop has been silent and gradual. Only a few times has she shown the result of this process where her production involved much higher standards than the convetional dimensions of plastic work.
The idea grew together with the existential needs of the artist. She made configurations as codices which indicate the days, the months of the Gregorian year. This work of redesigning an abstract concept, where the projection of her perceptions lie in the relationship significance-significant, is the challenge of her present work. The experience of real space started with the two dimension painting. The color is some of her works was limited to a precise signaling. Most of these meanings come out through forms and structures, in groups and complex. The shaped organization may appear in sequences. Space is seen as something inhabitable, like pieces of volumes ready to be part of thr human surroundings. This is Mónica Miller s experience, which she has been showing during these last years in Buenos Aires and the United States. He work is included in private and public collections.
by Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Away from the darkness, close to the light
On reflecting upon Monica Miller’s creative process, we must consider the plastic solutions introduced by the artist as a writing experience. The individuation process (self) is realized through the projection of her unconscious. This situation –in her particular case—shall give birth to a codex like writing.
Her works acquire a chromatic stature: ultramarine blues, cadmium yellows, vermillion reds. These codices possess the ability to assemble and disassemble like a constructive game based on combined propositions. The creation of a new state of imagining consciousness attained through methodic ludicrous work appears not far from a vital experience in which the artist weaves a woof where life and art are intricately entangled.
The problem of time as seen from the theological point of view in Saint Augustine’s Confessions is expressed through a temporal system created in accordance with her imaginarium.
Perfectly fitting light wood plates cut out in an organic fashion, relate these expressive units for the making of a personal calendar. The month, the weeks, the days are represented with a certain complexity and agglutination.
It is from these codices, (syntagms of an iconic text), that Monica Miller has articulated a subjective construction. The shapes are inscribed in a wall-like- space. At times they acquire the three-dimensional body of an object.
This spatial experience continues in the present trend with a deconstruction that follows a different sequential order.
The artist frees her shapes scattering them. The units appear in an infinite, virtual space without boundaries, to make up an open sign constellation. This energetic tension writing is open to a new circularity, a new spatial rhythm, navigating floating units in hidden synchrony with a universalized rhythm.
In a world in which the scream of hopelessness is at the tip of the tongue, Monica Miller has elaborated a spatial constellation in a new state of consciousness, less tied to contingencies, but born from them.
This game could have emerged from the Magister meeting in the utopian city of Castalia. Such spiritual experience leaves the earthly dimension of the known to launch itself over a frontier.
Man has conquered cosmic sidereal silence. Once again art can reach the same coordinates. We can see in these last aerial Monica Miller’s creations, the utopian construction of a new universe model.
by Rosa Faccaro, Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte
Qu’est-ce que le temps?
Qu’est-ce que le temps? se demandait Saint Augustin dans ses Confessions. “Si personne ne me le demande, je le sais, si je dois l’expliquer à quelqu’un qui me le demande, je ne sais pas” (Quid est tempos? Si Nemo a me quaerat, scio, si quaerenti explicare, velim, necio).
Monica Miller a réussi par un langage non-verbal à aborder de façon métaphorique la dimension temporelle comme sujet créateur. Elle a construit et ordonné ces signes de plastiques qui peuvent faire allusion à ce phénomène véritable du temps qui a suscité les plus profondes réflexions scientifiques, philosophiques et théologiques.
par Rosa Faccaro, Association argentine internationale des critiques d’Art
Configuration du temps
Monica Miller a fait dans le domaine des recherches en arts plastiques une expérience qui indique que l’opérateur artistique peut signifier une réalité subjective. Elle a pris comme objectif de son oeuvre l’appréciation du temps. Le temps est une convention. Les changements périodiques entre le jour et la nuit, entre la lumière et l’approche du soleil dans son parcours elliptique autour de la terre, et le ciel et ses phases lunaires, accompagnent la chaleureuse sensation lumineuse de notre planète. Ces phénomènes affectent non seulement le captage de la temporalité, mais aussi des processus et des cycles de la nature: la naissance, le développement, la mort et la transformation de toutes les espèces.
L’artiste est impliqué dans le temps. Lui-même est temps. Une crise, un changement inattendu provoque une scission. Chaque être utilise son intériorité pour donner un sens à cette relation de temps-sujet. Monica Miller a travaillé dans cette direction. Ses manuscrits spatiaux et temporels ont traversé une longue transformation plastique.’’
Son atelier de recherche q été silencieuse et progressive. Elle a rarement montré l’importance de ce processus où la production a dépassé les dimensions classiques des arts plastiques. L’idée est née en fonction du besoin existentiel de l’artiste. Elle a réalisé des configurations à la manière des codex///// qui indiquent les jours et les mois de l’année grégorienne.
Cette tâche de refonte d’un concept abstrait où la projection de ses perceptions est placée et repensée dans la relation signifiant-signifié a été le défi dans son travail actuel. L’expérience de l’espace réel s’est cristallisée avec la peinture à deux dimensions. La couleur de certaines de ses pièces a été limitée à un pointage précis. La plupart de ces signifiés apparaît des formes et des structures regroupées et complexes. La configuration organique peut apparaître dans un ordre séquentiel. L’espace est conçu de façon habitable comme enchaînement de volumes prêt à se fondre dans l’environnement humain.
par Rosa Faccaro, Association argentine internationale des critiques d’Art
Loin de l’ombre près de la lumière
Réflexionant sur le processus créatif de Monica Miller, nous devons observer les résolutions plastiques que l’artiste introduit comme expérience d’écriture. Le processus d’individuation, elle le réalise par la projection de son inconscient. Cette situation – son cas particulier – va donner naissance à une écriture en mode de codifications.
Les travaux prennent une hiérarchie chromatique de couleur: bleu outremer, jaune, rouge vermillon. Ces codes ont la capacité de se monter etdémonter comme un jeu constructif fondé sur les propositions combinées. La construction d’un nouvel état de conscience imaginatif, développé à partir d’un travail ludique méthodique, s’approchait à une expérience vitale où l’artiste tissait une trame dans laquelle la vie et l’art étaient inextricablement liés. Une problèmatique de temps, comme l’a montré l’approche théologique de Saint Augustin dans Confessions, a pu être exprimée à travers un système temporel créé selon son imagination.
Des planches coupées à partir de bois léger comme structures organiques avec encastrements, allaient relier ces unités expressives pour confectionner un calendrier personnel. Le mois, les semaines, les jours, ont été représentés avec une certaine complexité et de manière agglutinante. Depuis ces syntagmes, Monica Miller a articulé une construction subjective. L’espace d’inscription de ces formes prenait la forme d’un mur et elles adoptaient parfois le corps tridimensionnel d’un objet.
Cette expérience spatiale se poursuit dans les lignes directrices actuelles, en une déconstruction qui suit une autre séquence.
L’artiste libère ses formes en essayant de les disséminer. Les unités apparaissent dans un espace sans limite, infini, virtuel, pour composer une constellation de signes ouverts. Ces écritures de tensions énergétiques sont livrées à une autre circularité, à un autre rythme spatial; elles naviguent dans des unités flottantes suivant une synchronie cachée liée à un rythme universel. Dans un monde où le cri de désespoir est au bord des lèvres, Monica Miller a développé une constellation spatiale dans un autre état de conscience, moins soumise aux contingences.
Ce jeu aurait pu se produire dans les réunions de la ville utopique de Castalia.
Cette expérience spirituelle abnadonne la dimension du monde connu pour franchir une frontière. L’homme est venu pour conquérir le silence cosmique externe sidéral. L’art peut encore une fois lancer les mêmes coordonnées. Nous pouvons voir dans ces dernières créations aériennes de Monica Miller, la construction utopique d’un nouveau modèle de l’univers.
Julio
L’oeuve de “Julio” appartient à une série de configurations sous formes de schemas qui indiquent les jours, les heures et les mois de l’année . C’est une production matérielle et physique de la variable temps.
Cette manière de matérialiser le temps au travers de structures de bois découpées et encastrées, permet de faire une expérience ludique réalisable en 3 dimensions spaciales: Vue d’en haut, par l’assemblage des pièces attenantes les unes aux autres, on perçoit la totalité de la structure de l’oeuvre, depuis le côté esthétique et conceptuel, avec son écrasante présence.
Vue de l’extérieur, la contemplation permet d’observer la subtilité du materiau et la richesse des chemins possibles à parcourir pour “ le voyage” qu’elle propose au travers du temps réel. .
Vue de l’intérieur, elle est pensée comme un volume habitable qui participe à l’environnement humain. Elle invite et propose à entrer, à la parcourir comme un jeu. La hauteur de l’oeuvre de 80cm permet au spectateur de profiter de la vue autour, depuis l’intérieur du circuit avec son temps interne, pouvant faire un voyage introspectif.
Mon oeuvre prend rendez-vous avec les activités urbaines de Land Art dans l’Histoire de l’Art réalisées par des artistes comme Richard Long, Richard Serra, Michael Heizer, Nancy Holt, Robert Smithson et Walter de Maria entre autres.
C’est une oeuvre non seulement faite pour être regardée sinon pour voir et être parcourue.
Mónica Miller
Ce qui me plaît…
Ce qui me plaît c’est l’esprit de recherche, la rencontre m’intéresse plus, et je ne m’accroche pas à une petite rencontre, je le mets à un doute.
Elle insérée un alphabet. Les armés dans le mur c’est une proposition différente, et ce sont ‘utilise dans un jazz “improvisation”.
C’est une exposition avec les oeuvre dans un processus, avec des possibilités énoncées et la répétition exacerbée, ca me plaît. … “Si tu as un défaut, tu l´exagères et le changes en vertu”.
L’oeuvre a deux chemins, conceptuel et esthétique. Ce chemin esthétique montre le concept dans un état de recherche avec oeuvres dans un processus.
a dit Luis Felipe Noe
Tiempo, 2009
siete días, madera balsa, 50 x 50 cm, 1988
días I y día II, técnica mixta, 30 x 140 cm cada uno, 1988
estaciones, díptico, técnica mixta, 30 x 140 cm cada uno, 1988
año, técnica mixta, 200 x 150 cm, 1988
estaciones III, díptico, madera balsa, 140 x 30 x10 cm, 2000
estaciones III, detalle
sin título, pieza de aluminio, 25 x 12 x 18 cm, 2000
obra mural, técnica mixta, 1200 x 300 x 18 cm (cada pieza 90 x 90 cm aproximadamente), 2001
obra mural, detalle
mural blanco, técnica mixta, medidas variables
constelaciones (amarillo)
constelaciones (blanco)
constelaciones (rojo)
constelaciones (rojo)
constelaciones (rojo)
constelaciones (rojo)
constelaciones (azul)
constelaciones (azul)